jueves, 23 de febrero de 2012

LA ENERGÍA GEOTÉRMICA ¿RENOVABLE? Y LA CARROZA DE CENICIENTA


Las fuentes de energía renovables constituyen hoy en día uno de los términos profilácticos más comunes contra el cambio climático, las emisiones de CO2 y el ahorro de energía en general.
Dejaremos para otra ocasión la solar térmica, fotovoltaica, biomasa y eólica cuyo camino es ya largo, tortuoso y bien conocido para muchos y trataremos sobre la hermana pobre: la energía geotérmica.

Este tipo de energía ¿renovable?, denominada en muchos ámbitos como solar geotérmica, consiste en el aprovechamiento de la temperatura constante del subsuelo para utilizarlo como evaporador o condensador de un sistema térmico con bomba de calor, ya sea mediante un sistema cerrado o abierto con captación de aguas subterráneas.

La Directiva 2009/28/EC del Parlamento Europeo y del Consejo 23 de abril 2009 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables fija un valor de rendimiento estacional mínimo (SPF) para catalogar una instalación de bomba de calor como fuente renovable. Esto quiere decir que serán las características de la bomba de calor y, sobre todo, las temperaturas de trabajo las que determinen el carácter renovable de un sistema geotérmico con bomba de calor.

Actualmente se están ejecutando en España muchas instalaciones geotérmicas en sistema abierto, especialmente en edificios públicos de la Administración, que presumen de la utilización de fuentes de energía renovables pero, ¿es así en realidad?
Un sistema abierto capta agua de un acuífero subterráneo para volverla a verter tras el intercambio térmico. Sin embargo, la mayoría de los estudios hidrogeológicos que se realizan actualmente para este tipo de sistemas brillan por su ausencia o falta de rigor y prevalece la cantidad sobre la calidad del agua, realizando captaciones superficiales en las que la temperatura del agua apenas varía con respecto a la exterior.
¿Cuál es, sin embargo, la ventaja ante la galería mediática? El sistema de climatización proyectado funciona.
Eureka.
La bomba de calor se adapta a las condiciones del agua extraída, pero el rendimiento de la instalación decae exponencialmente transformando la carroza en una calabaza pero nadie, salvo la factura eléctrica, lo detecta. Algo similar ocurre con los sistemas cerrados cuando no existe un análisis detallado de las condiciones de saturación térmica del subsuelo. El terreno en torno a la sonda se calienta progresivamente reduciendo el intercambio energético y, por lo tanto, el rendimiento de la instalación. Los majestuosos caballos se han transformado en ratones y la fuente de energía ya no se puede considerar como renovable.

Nosotros apoyamos, desde luego, la utilización de la energía geotérmica pero tratándola como una instalación compleja de ingeniería y geología, cuyo diseño debe estudiarse detalladamente en cada caso antes de invertir en una ilusión que puede desaparecer tras las campanadas de medianoche.

Y para ello en SOLUCIONES GEOTÉRMICAS realizamos simulaciones y estudios hidrogeológicos exhaustivos de todos los sistemas que nos permiten predecir el comportamiento a corto y largo plazo de las instalaciones garantizando su funcionamiento a máximo rendimiento.



Para finalizar, como en ocasiones anteriores (Ver artículo Pipi en la ducha ), acudo al Diccionario de la Real Academia Española para esclarecer el verdadero significado de las palabras que muchas veces utilizamos a nuestro antojo con absoluta irreverencia.  

Renovable (adj): Que puede renovarse.
Renovar (Del latin renovare): tr. Hacer como de nuevo algo, o volverlo a su primer estado.

¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas!
   
Por Alberto Hernández Bernad

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